Io
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En la superficie de Io no se observan cráteres. Esta superficie puede ser tan joven como de un millón de años y continuamente se está transformando por la actividad volcánica. Su superficie es muy colorida, motas de rojo, amarillo, blanco y anaranjado oscuro. La composición de la superficie de Io consiste en grandes depósitos de dióxido de sulfuro congelados. Su superficie es mayormente plana no existiendo planicies de más de 1 Km de altura. Algunas montañas de no mas de 9 Km de altura, también han sido observadas.
Una protuberancia de gas de sodio con iones de sulfuro es rociada fuera de la orbita de Io. Esta protuberancia es tan larga que puede ser observada desde la Tierra. Parte de este gas ionizado es empujado dentro de la atmósfera de Júpiter a lo argo de las líneas magnéticas de fuerza y crea auroras en la capas superiores de la atmósfera de Júpiter. Diversas mediciones de la atmósfera de Io han dado resultados diferentes en cuanto a su altitud y densidad, por lo que se cree que esta depende del material expulsado las erupciones volcánicas.
Imágenes enviadas por Galileo del volcán Prometeo fueron comparadas con las mismas tomadas por la sonda espacial Voyager, 17 años atrás. Para sorpresa de los investigadores, el volcán se movió 75 Km al oeste de donde estaba en 1979.
Io tiene un centro metálico compuesto de hierro y níquel, representado de color gris. Al rededor de este centro se encuentra una capa de roca o silicatos que se extienden hasta la superficie, representado de color marrón. Las capas están a escala.
Se Observa una erupción volcánica, foto tomada por el Voyager 2 en julio de 1979.
