Galileo
Galileo Galilei 1564-1642. Físico y astrónomo italiano nacido en Pisa y murió en Arcetri, hijo del músico Vincenzo Galilei. Estudió en Pisa, primero humanidades y después medicina. Siendo estudiante observó el isocronismo de las pequeñas oscilaciones del péndulo (1583). A escondidas de su padre estudió geometría en los textos de Euclides y de Arquímedes; este último fue su maestro de mecánica. Terminados sus estudios universitarios (1585), de regreso en Florencia, escribió ensayos literarios, inventó la balanza hidrostática. Galileo Galilei redactó un tratado sobre el centro de gravedad de los sólidos (1588). Los dos últimos trabajos, sugeridos por lecturas de Arquímedes, le abrieron la Universidad de Pisa (1589). Entonces comenzó los trabajos que inician la dinámica moderna. Desde lo alto de la torre inclinada de Pisa dejó caer cuerpos de diferentes pesos, demostrando que lo hacían con la misma velocidad. Estos experimentos fueron los primeros en probar la falsedad de la dinámica aristotélica, e inauguraron la ciencia experimental moderna.
Sus éxitos le valieron el odio de los colegas, y Galileo emigró a Venecia, en cuyo arsenal se despertó su curiosidad por la balística; más tarde habría de demostrar que la trayectoria de un proyectil es una parábola. En 1592 obtuvo una cátedra en Padua. Inventó el termoscopio, precursor del termómetro; ideó y patentó una máquina para levantar agua; descubrió una nueva estrella en la constelación de Sagitario (la nova de 1604), lo que contradecía el dogma aristotélico de la inmutabilidad de los cielos; e inventó el compás de proporción, que permitía hacer con rapidez cálculos numéricos y fue de gran utilidad hasta la invención de los logaritmos.
En 1604 se había construido en Holanda un pequeño anteojo largavista fundado en un modelo llevado desde Italia por artesanos venecianos; el instrumento tuvo rápida difusión comercial; Galileo, construyó en seguida un ejemplar (1609), que pronto perfeccionó. El llamado anteojo de Galileo era muy sencillo; su ocular era una lente plano-cóncava y su objetivo una lente plano-convexa; llegó a obtener, según parece, una magnificación 1.000 x. Galileo lo aplicó a la observación del cielo e inició la astronomía telescópica. En 1610 publicó su célebre Mensajero celeste, en el que describió el nuevo mundo estelar que le reveló el telescopio. Inició la observación de Saturno; descubrió las fases de Venus, las que interpretó correctamente como una confirmación de la hipótesis de Copérnico concerniente a la rotación de Venus alrededor del Sol; descubrió las manchas solares y demostró que eran propias de la atmósfera del astro.
A partir de entonces empezaron a perseguirlo los partidarios de la tradición. Galileo polemizó con ellos y se mostró cada vez más abiertamente partidario del sistema heliocéntrico de Copérnico. En 1611 el Santo Oficio lo declaró sospechoso de herejía. En 1615 recibió la primera amenaza explícita, y en 1616 el Santo Oficio vuelve a condenar su teoría. Galileo se ve obligado a prometer al Papa que no sostendrá ni enseñará tan nocivas novedades; tardó años en retomar la defensa pública de la ciencia moderna.
En 1623 publicó El arquero, obra maestra de crítica científica que tuvo enorme difusión. En 1632 apareció su Diálogo sobre los dos mayores sistemas, en el que insistió sobre las discrepancias del sistema de Tolomeo con las nuevas observaciones. El libro no tardó en ser prohibido por la Inquisición. Su autor, que junto con Descartes era el sabio más famoso de su época, fue citado a comparecer ante el temido tribunal. A los 70 años, enfermo y casi ciego, Galileo redactó su testamento y se dirigió hacia Roma. Encarcelado, amenazado de tortura y con el recuerdo de la ejecución de Giordano Bruno, Galileo abjuró de sus opiniones heréticas y fue condenado a arresto domiciliario “por sostener como verdadera la falsa doctrina, enseñada por muchos, según la cual el Sol está inmóvil en el centro del mundo y la Tierra se mueve con movimiento diurno". La condena de Galileo abrumó a Europa; Descartes, que estaba por dar a la estampa el Tratado del mundo (que hubiera renovado la cosmología), se abstuvo de publicarlo.
Vuelto a Florencia, donde permaneció recluido hasta su muerte, Galileo redactó los Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias (1636, publicado en Leyden dos años después), obra considerada como la iniciadora de la dinámica moderna. Galileo expone sus observaciones y experimentos sobre los movimientos mecánicos y las leyes de algunos movimientos típicos. La ley fundamental de la dinámica de Aristóteles decía que la fuerza es proporcional a la velocidad, de manera que sin fuerza no hay movimiento y, si la fuerza es constante, también lo es la velocidad. Galileo, de acuerdo con sus experimentos sobre el plano inclinado, enuncia el principio de inercia: un cuerpo permanece en reposo o en movimiento rectilíneo y uniforme mientras sobre él no actúen fuerzas. Este principio le permite proponer, en forma no matemática, lo que habrá de ser la ley fundamental de la dinámica de Newton (1687). La obra de Galileo, quien murió ciego, fue continuada por sus discípulos Bonaventura Cavalieri, Evangelista Torricelli, Benedetto Castelli y G. A. Borelli en la Academia del Cimento. Sus obras permanecieron en el Index hasta 1835.